Te joden tu madre y tu padre.
Podrían no hacerlo, pero lo hacen.
Te llenan con los defectos que tenían
Y agregan algo extra, justo para ti.
Pero también ellos, en su momento, fueron jodidos
Por gente estúpida que usaban sombreros y abrigos pasados de moda,
Gente que la mitad del tiempo era sentimentalmente austera
Y la otra mitad, se agarraban del cuello.
El hombre le cede la miseria al hombre.
Y se hunde en las profundidades como una plataforma marina.
Sal de ahí lo más pronto posible.
Y tú mismo no tengas niños.
De Philip Larkin.
Tradución de Diana Dunkelberger y Marcelo Rioseco.
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