sábado, 15 de abril de 2023


 Nada fuera de la ausencia

Un arte

El arte de perder no es difícil de aprender;

tantas cosas parecen estar llenas de ganas de perderse, 
que el perderlas simplemente no es una tragedia.

Pierde algo cada día. Acepta la inquietud de perder
las llaves de las puertas, las horas malgastadas.
El arte de perder no es difícil aprender.

Después intenta perder lejana, rápidamente:
lugares, y nombres, y la escala siguiente
de tu viaje. Nada de eso será un desastre.

Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es muy difícil de aprender.

Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos y un continente.
Los extraño, pero no ha sido un desastre.

Ni aun perdiéndote a ti (la cariñosa voz, el gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.



De Elizabeth Bishop